Muy interesante el resultado final de esta forma de preparar las habichuelas (en esta ocasión judiones), pues quienes han tenido la ocasión de probarlas me han llegado a decir, "tengo la sensación de estar comiendo una cazuela de marisco con mejillones". La verdad es que a mí me sabe aún mejor... veamos como se prepara.
Hacemos por un lado los judiones (o bien habichuelas, alubias, judías... ), para ello los dejamos en remojo durante toda la noche anterior. Cocemos los judiones, junto a una cebolla partida, varios dientes de ajo pelados, una hoja de laurel y sal durante tres horas en abundante agua, a fuego lento, en una olla normal (no a presión) con la tapadera puesta.
En otro cazo aparte cocemos las verduras, partidas en trocitos, en agua a la que habremos añadido algo de sal. Podéis darle el punto de cocción que a vosotros más os guste, más enteras o más cocidas según sea vuestra preferencia (de 20 a 30 minutos está bien). Seguidamente os pongo la relación de ingredientes utilizados: cebolla, unas rodajas de jengibre fresco, ajo crudo pelado, col lombarda, bulbo de hinojo, un trocito de puerro, acelgas, espinacas y, por supuesto, agua y sal. ¿La cantidad y proporciones?... "a ojo" y siempre según vuestra preferencia, lo importante es que os sepa bien.
Servimos en un plato los judiones junto a las verduras cocidas, añadimos por encima un chorrito de aceite de oliva virgen extra (mejor si es de cultivo biológico) y a disfrutar... espero que os guste.
Quizá os pueda extrañar lo que os afirmo, pero este plato, pese a ser totalmente vegetariano, tiene un sabor muy próximo al marisco.
Sobre la sal, por favor, para que el plato sea realmente sano, utilizad alguna sal que sea totalmente natural, por ejemplo, sal marina de verdad, sin aditivos, o bien otra opción muy buena es la sal rosa del Himalaya. Buscad siempre para cocinar una sal natural que aporte minerales al cuerpo y que esté exenta de aditivos y químicos.
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